APRENDIZAJE CENTRADO EN EL CEREBRO
Por: Prof. Luzaray Quiñones
El pasado 30 de noviembre de 2001, el Prof. Manuel Bahamonde presentó ante un grupo de educadores la conferencia Aprendizaje centrado en el cerebro. Esta actividad auspiciada por Phi Delta Kappa, Capítulo 1214 y la Universidad Interamericana, Recinto de Ponce resultó muy interesante, ya que estuvo dirigida a explicar la más reciente teoría en torno a cómo el funcionamiento del cerebro es afectado por la genética, el desarrollo y la experiencia, elementos que sirven para dar forma a las futuras experiencias y el aprendizaje. Según el conferenciante, esta nueva teoría de aprendizaje basado en el desarrollo del cerebro parte de un enfoque interdisciplinario y recurre al uso y aplicación de la neurociencia, la biología, la psicología del desarrollo y la tecnología para explicar los procesos de aprendizaje, memoria y cognición.
El cerebro controla todas las actividades vitales necesarias para sobrevivir y las emociones. Recibe e interpreta todas las señales provenientes de otras partes del cuerpo y del ambiente externo. Nos hace seres conscientes, emocionales e inteligentes. El cerebro puede procesar simultáneamente muchísima información y está diseñado para el aprendizaje significativo el cual se produce por la interconexión de cerebro, mente, cuerpo y emociones, las cuales contribuyen con los estados de atención, percepción, memoria y solución de problemas. Esto implica que al momento de enseñar-aprender es necesario considerar los aspectos fisiológicos, de maduración, nutrición, estrés y ejercicio, entre otros. Asimismo, es importante identificar cómo estimular el enriquecimiento neuronal. Recomienda el Prof. Bahamonde que para un más efectivo aprendizaje el maestro debe presentar retos al estudiante, ser novedoso y coherente en las actividades educativas que desarrolla, ofrecer retrocomunicación inmediata, consistente y positiva a los alumnos y ofrecerles el tiempo justo para responder a la experiencia de aprendizaje. También debe proyectar empatía hacia los estudiantes, promover la interacción con ellos dentro y fuera del salón, alternar la estimulación intensa con períodos de descanso, repasar el aprendizaje previo, repetir el aprendizaje nuevo 24 a 48 horas después de enseñarlo para consolidarlo, permitir que los estudiantes se expresen sobre sus procesos de pensamiento y que autoevalúen sus trabajos, proveer repasos semanales y simulaciones de exámenes, entre otros. Finalmente, el profesor Bahamonde recomienda las siguientes siete (7) etapas al planificar una clase:
Preexposición: Presentar visión general de lo que se enseñar.
Preparación: Despertar curiosidad en el alumno y presentarle el contexto y relevancia del tema.
Iniciación y adquisición: Introducir el contenido y las ideas con complejidad y significado
Elaboración: Proveer tiempo para razonar, analizar y evaluar
Codificación de la memoria: Proveer experiencias de aplicación dentro de las 24 horas después de explicar el material
Verificación y validación: Proveer actividades para que el estudiante demuestre y comparta su aprendizaje con otro,
Celebración e integración: Fijar emociones con el aprendizaje en una experiencia emotiva (retrocomunicación)
Como vemos, el aprendizaje centrado en el desarrollo del cerebro destaca la importancia de saber cómo los estudiantes aprenden para de esa manera crear el ambiente propicio y rico en experiencias para que el aprendizaje sea efectivo. De esta forma, el maestro potenciará el aprendizaje de sus alumnos y la experiencia educativa será enriquecedora, retante y satisfactoria para él y para sus alumnos.